Ambientado en el Viejo Oeste norteamericano, este largo animado cuenta la historia de Spirit, un potrillo salvaje que crece hasta convertirse en un veloz potro de las praderas. Sin embargo, la aparición de los hombres en su hábitat -indios y blancos- alterará para siempre su vida. Aventuras, hermosas imágenes y una adecuada banda sonora hacen de esta historia un título más que apropiado para niños y niñas. Y después de tantos años bajo el imperio de la lógica Disney, no deja de ser un alivio ver uno de estos filmes donde los animales no hablen.
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